Soy Fede Satyam.

Mi viaje en el mundo de la terapia y la espiritualidad comenzó hace 18 años con la lectura de un libro de prácticas tántricas.

Mi formación inicial se centró en la perspectiva física, primero como quinesiólogo y luego con dos años de formación en osteopatía. Sin embargo, una crisis mística a los 23 años me impulsó a dar un salto hacia lo sutil.

Durante 4 años, me sumergí en la naturopatía, lo que me proporcionó las bases para explorar el vasto campo de las terapias energéticas. Fue en este momento que aprendí a conducir sesiones de hipnosis, una herramienta poderosa que desveló parte del infinito y misterioso poder de la mente humana.

Durante la formación, también adquirí conocimientos en terapia pránica. Esta técnica se basa en la manipulación y canalización de la energía vital o prana para promover la sanación y el equilibrio en el cuerpo y la mente. En todas las culturas se han encontrado pruebas de que la terapia pránica sea una de las practicas de curación más antiguas que el ser humano haya utilizado.

Esto complementa mi enfoque holístico en la terapia.

Paralelamente, mi relación con la meditación se fortaleció, convirtiéndose en la columna vertebral de todas mis prácticas y propuestas. Durante los siguientes 5 años, las ceremonias y prácticas chamánicas profundizaron mi exploración de la energía sutil y su inseparable relación con la consciencia.

Siempre he sentido una gran sensibilidad e instinto al relacionarme con lo que parece ser la causa creadora de todo: el sonido. Desde que empecé a tocar la guitarra a los 6 años, la música y las vibraciones nunca se han alejado de mi día a día.

Con el florecimiento de conscienciaysonido, el sonido ha encontrado su lugar en mi propuesta terapéutica. El sonido, como un antiguo chamán que toca su tambor, tiene la capacidad de desbloquear las puertas del autoconocimiento y abrir portales hacia las profundidades de nuestro ser.

¿Por qué Alquimia Sonora?

La unión de la percepción consciente de la persona, junto con las técnicas de meditación y las sugerencias hipnóticas, sumada al poder transformador del sonido con sus frecuencias y vibraciones, provoca un efecto potente de transmutación de la energía bloqueada, a menudo condicionada por patrones antiguos e inconscientes.

Así que, cuando te sumerges en una sesión de alquimia sonora, estás permitiendo que el sonido te guíe más allá de las defensas y los bloqueos. Te conviertes en un explorador de tu propio ser, navegando por las corrientes de la conciencia. Y en ese viaje, los guardianes de las memorias traumáticas se convierten en aliados, mostrándote los tesoros ocultos que yacen en lo profundo.

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